El 80 por ciento de los edificios históricos son de adobe, según estimó Jorge Scarponi, ingeniero que participó en la redacción de recomendaciones que se presentaron a la Cámara de Diputados para que se legisle y controle la utilización de este material en casas nuevas.
De acuerdo a lo que se describió, las construcciones en base a barro fueron comunes hasta la década del ’40 y hoy se continúan haciendo, principalmente afuera de la Capital de Salta.
“El adobe se sigue usando por una cuestión cultural en el norte del país. En algunos puntos del interior provincial se aplica en casi tantas obras como el hormigón. Frente a esta realidad es necesaria una regulación para que las edificaciones que lo tienen sean sismorresistentes”, opinó Scarponi.
El ingeniero aseguró que el adobe se puede utilizar en viviendas adecuadas para zonas de movimientos telúricos, pero respetando determinados parámetros y con asesoramiento profesional.
“Como la aplicación de este material no está regulada, hoy los municipios no tienen cómo controlar. Lo que proponemos es una normativa para que se pueda empezar a verificar si las casas de adobe cumplen con los parámetros de seguridad”, explicó.
Entre las recomendaciones que presentaron a la Cámara de Diputados, los especialistas sugirieron seguir reglas diseñadas en Perú, donde hay estudios sobre el tema y se realizaron ensayos de movimientos sísmicos en viviendas de barro usando plataformas vibratorias.
Históricas
La legislación que está proponiendo a los legisladores el Consejo Profesional de Ingenieros y Afines junto con la Dirección de Patrimonio Arquitectónico y Urbano de Salta también se refiere a cómo arreglar los edificios históricos de adobe.
Para la restauración de construcciones antiguas se sugiere seguir parámetros internacionales que apuntan a realizar la menor intervención posible, no cambiar la estructura y no hacer modificaciones que sean irreversibles cuando la tecnología avance y haya nuevas posibilidades de reparación.
El vicepresidente del Colegio de Arquitectos, Mariano Lérida, opinó que para la reparación de edificios históricos “siempre es bueno utilizar los mismos materiales con que se levantaron porque reaccionan mejor químicamente”.
En Salta, la metodología para remozar la Casa de Leguizamón se debatió durante meses. Había propuestas basadas en mantener el adobe original en la estructura o de usar hormigón armado.
Más común en el interior y el campo
El vicepresidente del Colegio de Arquitectos, Mariano Lérida, explicó a El Tribuno que en Salta capital no es común la utilización de adobe en construcciones nuevas, sobre todo porque no es adecuado para edificaciones altas. Por el costo del metro cuadrado de terreno en la ciudad, actualmente se tiende a realizar construcciones altas, que no se podrían hacer en base a barro.
Sin embargo, sostuvo que es factible usar este material para casas en pueblos chicos del interior y el campo. Resaltó que en esos lugares la opción implica beneficios como la aislación térmica y la sustentabilidad ecológica. Lérida también destacó que hay edificios antiguos de adobe, como el Cabildo o el Convento San Bernardo, que están en buen estado pese a que pasaron por sismos.
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